Matilda de Conréz proviene de una de las familias más influyentes y poderosas del mundo. Ella está por cumplir los 16 años y ha comenzado una de las etapas más difíciles en su vida: la adultez. Muchos dirían que lo peor del ciclo es esta etapa, pero… ¿Se imaginan soportar cargas tremendas como la de un posible embarazo, una avecinada sustitución de la corona; pues su madre se encuentra muy delicada de salud y ella es la sucesora más cercana o todo una presión emocional de una prensa sensacionalista que está a punto de derrumbar el reinado de su casta? A pesar de todos estos infortunios, Matilda está decidida a combatir todos los bombardeos en contra de su familia, pero en ese proceso de reconstruir el apellido de su estirpe, ella se enterará de cosas horribles hechas por sus antepasados. Matanzas de inocentes, confabulaciones que ni siquiera favorecieron a lo Conréz, pero que destruyó la de muchos inocentes. Ella comprenderá que la dignidad ha sido violada en su reinado… por su propia familia. Al principio le resultará impotente comprender la reacción justificada de los ciudadanos a pesar que a ella  también le costó mucho tener que soportar tanta maldad en su historial. La adultez es una canalización  de experiencias que servirán para el resto de tu vida, y Matilda, descubrirá el valioso poder de la amistad, la madurez con la que ahora deberá hacerse cargo de los problemas y, que la ahora reina, ya  no depende de nadie, pero hay cientos de pobladores  que sí de ella.